viernes, 22 de septiembre de 2017

Género El “derecho a la vida”: ¿a la vida de quién?

El aborto “inseguro” en el mundo


Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año cerca de 22 millones de mujeres a nivel global se someten a un aborto inseguro. De entre estas, más de 18 millones pertenecen a países en vías de desarrollo. Casi 50.000 mueren durante el procedimiento, y cerca de 5 millones sufren secuelas. Los organismos internacionales señalan que esta cifra supone el 13% la mortalidad materna en el mundo. Sin embargo, son muchos son los expertos que denuncian que estas cifras no responden a la realidad, ya que en la mayoría de estos países no se dispone o invierte en herramientas rigurosas para recoger datos acerca de cuestiones como el aborto, o muchas otras que afectan directamente a las mujeres, y que, a día de hoy, las hace invisibles en las estadísticas. Precisamente, gracias a la denuncia continuada de numerosas organizaciones este debate se ha puesto sobre la mesa en la discusión sobre los nuevos ODS (punto 17) y la Agenda de desarrollo post 2030, y en línea con ello, ONU Mujeres ha lanzado la campaña “Making every woman and girl count”.

Esta problemática también afecta a los países desarrollados. Ya que, como bien denunció en su día el Informe Estrela, los embarazos no planeados o no deseados, continúan siendo una realidad problemática para muchas mujeres y adolescentes también en la Unión Europea (UE), a pesar de que el aborto sin riesgos es legal y accesible. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: unitedexplanations.org
 

lunes, 18 de septiembre de 2017

COMPARTIENDO LECTURAS, PALABRAS Y SENTIMIENTOS: UNICEF. Nuestro planeta, nuestros derechos: materi...

COMPARTIENDO LECTURAS, PALABRAS Y SENTIMIENTOS: UNICEF. Nuestro planeta, nuestros derechos: materi...: "Nuestro planeta, nuestros derechos" es un conjunto de actividades y recursos sobre derechos de infancia y cambio climático. ¡D...

Trump y el odio racial en EE.UU.

Desde la victoria electoral de Donald Trump, los incidentes racistas han ido en aumento en EE.UU. Se habla del llamado “efecto Trump”, puesto que la derecha racista del país se ha visto energizada por el nuevo presidente, quien no ha dudado en coquetear con ella antes y después de su elección.

Colectivos de supremacistas blancos se manifestaron en Charlottesville, el pasado 12 de agosto, para oponerse a la retirada de una estatua del General Robert E. Lee, quien luchó en el bando de los Estados Confederados, partidarios de la esclavitud, en la Guerra Civil de Estados Unidos (1861-1865). Mientras que algunos abogan por mantener la estatua y otros símbolos de la esclavitud como parte de la historia, muchas voces argumentan que su retirada ayudaría a curar las heridas raciales.Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, ha criticado la retirada de este tipo de estatuas.
Las concentraciones de supremacistas en Charlottesville supusieron una serie de incidentes y las protestas de grupos de antirracistas. Hubo enfrentamientos violentos entre los supremacistas, convocados bajo el lema “Unir a la derecha”, y contramanifestantes que se reunieron en contra de la concentración. Una persona murió y unas 20 resultaron heridas a consecuencia del atropello múltiple perpetrado por un joven racista de 20 años. Además, dos policías murieron cuando el helicóptero en el que viajaban se estrelló.
Tengamos en cuenta que, pese a tratarse del incidente racista más grave de los últimos meses, no es un hecho aislado, sino que el Southern Poverty Law Center, institución de referencia en el estudio del extremismo en Estados Unidos, ha alertado del creciente número de actos discriminatorios en el país. Concretamente, hablan del llamado “efecto Trump”, puesto quela derecha racista de Estados Unidos se ha visto energizada o potenciada por Trump, quien no ha dudado en coquetear con ella antes y después de su elección como presidente del país.
Entre los actos discriminatorios recientes, cabe destacar la presencia de sogas en algunos museos norteamericanos, como el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana o el museo de arte moderno Hirshhorn, donde alguien dejó una soga colgada de un árbol frente al edificio. El significado de estos hechos no deja opción a dudas, ya que las sogas colgadas de los árboles eran una de las formas usadas por los supremacistas blancos para matar a los afroamericanos. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: unitedexplanations.org

domingo, 17 de septiembre de 2017

“Ser un ‘buen musulmán’ te disculpa de muchas cosas”. Un artículo de una mujer msuslmana publicado en El Páis de forma anónima.

La autora del texto 


Es musulmana y vive en una gran ciudad europea. Su testimonio, bajo anonimato, ayuda a entender por qué la comunidad islámica de Ripoll no advirtió el peligro de su imán

No soy de Ripoll. No conozco directamente la comunidad musulmana de esta ciudad. Pero conozco otra comunidad musulmana que se le parece, que no está muy lejos y de la que soy originaria.

Desde los atentados de Barcelona y Cambrils, miro ansiosamente los periódicos, tanto españoles, como extranjeros, en busca de una explicación. En realidad lo que busco es que alguien me confirme la que, basada en la intuición, se me ocurre a mí. No soy experta, ni educadora, ni socióloga. Soy solo una mujer musulmana que viene de una comunidad similar con la suficiente distancia como para analizarla un poco. Mi explicación proviene de mi experiencia directa, fácilmente exportable a otros casos. No es que no me hayan sorprendido los atentados. Pero conociendo lo que pasó en países vecinos, los temía inconscientemente.

De manera poco sorprendente, las cosas empezaron a cambiar en el año 2000. Lo noté en mi propia familia. Fue siempre muy practicante, pero a la manera tradicional: las mujeres mayores —las que llegaron a Europa adultas— llevaban velo, no se comía cerdo, se respetaba el Ramadán sin darle demasiada importancia, etcétera. Los inmigrantes de este tipo de comunidad suelen ser inmigrantes económicos, muchos procedentes de pueblos aislados y muy pobres.

Muchas veces los hombres llegaron de manera clandestina y lo tuvieron difícil. Siempre buscaron puntos de referencia para ellos y sus familias, entre el deseo de integrarse para mejorar su vida y el de no abandonar su cultura de origen. Al conocer poco la literatura, el arte y la historia árabe-musulmana, la herencia cultural se reduce muchas veces a poco más que a la religión, que les sirve de resorte identificador casi exclusivo. En la mayoría de las familias, los padres apenas saben leer y las madres son analfabetas. No practicaban un islam radical. Era un islam tradicional, más cultural que ideológico o político. 

En los años 2000 empezaron a pasar por los centros culturales y las mezquitas, españoles y europeos, todo tipo de salafistas [la corriente que defiende una interpretación radical del islam]. Digo pasar porque hay cierto honor y valor en ser un musulmán algo nómada, que va de ciudad en ciudad o incluso de país en país para compartir las enseñanzas del islam. Y estos viajeros difundían un islam radical. No yihadista necesariamente, pero sí radical. No eran imanes. Simplemente se quedaban unos días o unas semanas. Y contaban a los miembros de la comunidad que tenían que despertar, que no se podían fiar de los cristianos y que, sobre todo, tenían que cuidar de que sus hijos no se cristianizaran, que no se tenían que mezclar, etcétera. Y añadían nuevos rituales desconocidos.
 

martes, 12 de septiembre de 2017

10 frases de Salvador Allende que te harán ver el lado más humano de la política.

Salvador Allende fue el primer presidente marxista y socialista que presidió un país después de una votación popular. Sin duda, fue uno de los mejores gobernantes del siglo XX. Su discurso del 11 de septiembre de 1973, fecha de su muerte, es uno de los más elocuentes de la historia y, hoy en día, es capaz de emocionar por la sensibilidad y la sinceridad de sus palabras.

Allende, cirujano de profesión, estuvo ligado a la política desde sus años universitarios, aunque alcanzó la presidencia de Chile en 1970, con 62 años, después de cuatro elecciones. Recordado mundialmente como una de las figuras en pro de la lucha obrera más importantes de la historia. Siempre siguió una lucha fraternal y solidaria, como juzgan sus últimas palabras: “Siempre estaré junto a ustedes”. CONTINUAR LEYENDO
Fuene: muhimu.es

sábado, 9 de septiembre de 2017

El complejo mediático-tecnológico-militar-industrial. Justin Schlosberg-



La invisibilidad es la pieza clave de la radical idea del poder que desarrolló en 1959 el sociólogo estadounidense C. Wright Mills. Según este, el poder concentrado en las democracias capitalistas tardías era invisible y ya no se hallaba en las decisiones y los conflictos observables de la política partidista cotidiana.1 Dos años después, esa misma idea quedó plasmada en el concepto del ‘complejo militar-industrial’, articulado por primera vez por el entonces presidente republicano de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower. En su discurso de despedida, en 1961, Eisenhower pronunció una célebre advertencia dirigida al pueblo estadounidense:

“Debemos evitar que el complejo militar-industrial adquiera una influencia injustificable, sea buscada o no. Existen y existirán circunstancias que harán posible que surjan poderes en lugares indebidos, con efectos desastrosos.”
 
[...]  No obstante, si lo analizamos con más detenimiento, el panorama está mucho menos fragmentado de lo que parece. En las páginas que siguen, analizaremos la confluencia de intereses general y latente entre distintos actores de la economía de la información, así como las pruebas que apuntan a una dinámica cada vez más intensa de alianzas y colaboraciones que alcanza incluso al complejo militar-industrial. Si bien la composición de la élite que ostenta el poder varía, de forma inevitable, en función del lugar y la época, las características esenciales de las puertas giratorias, las estrechas relaciones sociales y las alianzas estratégicas siguen siendo tan pertinentes hoy en día como lo eran en la década de 1950.

 

viernes, 8 de septiembre de 2017

La travesía. Migración e infancia. UNICEF.

La migración es un fenómeno complejo y multidimensional y tiene diferentes consecuencias para las personas y los países. Por ello, puede ser analizada desde distintas perspectivas, así como en función de las diversas dinámicas sociales, económicas, políticas y jurídicas que están involucradas. 

Aunque muchas veces la migración tiene efectos positivos en el nivel de vida de las personas y en el desarrollo de los países, también tiene efectos desfavorables. Éstos los padecen particularmente los migrantes irregulares, especialmente los niños, las niñas y los adolescentes, quienes durante todo el proceso migratorio se enfrentan a una serie de situaciones y escenarios que vulneran sus derechos y afectan su desarrollo. 

El propósito del presente documento es analizar algunas de las principales relaciones entre la migración, la infancia y la adolescencia, desde una perspectiva de derechos. Así, para mostrar un panorama general del fenómeno migratorio, en primer lugar se hace una breve revisión de la migración internacional, que permite tener un marco para abordar la migración de niños y adolescentes. 

En segundo lugar, se introducen los principios jurídicos que protegen los derechos de este grupo y que los Estados deben observar en todo momento, en especial cuando tales derechos se ven vulnerados, como durante los procesos migratorios irregulares. 

En tercer lugar, con base en los principios revisados y los instrumentos internacionales sobre derechos de la infancia, se describen cinco de los principales escenarios relacionados con la migración en los que los niños, las niñas y los adolescentes se ven expuestos a situaciones que pueden violar sus derechos. 
Por último, se presenta una serie de estrategias y recomendaciones para la protección de los derechos de los niños migrantes en los diferentes escenarios revisados en el presente documento. 

Conocer las características de los niños, las niñas y los adolescentes migrantes, así como los escenarios involucrados en el proceso migratorio, permite identificar los problemas que es necesario resolver, así como diseñar políticas públicas integrales que sean adecuadas para garantizar los derechos de este grupo en el contexto de la migración. 

Susana Sottoli 
Representante de UNICEF México


Pierre Bourdieu - Cultura del Poder. Relaciones sociales, Cultura de la dominación, ámbitos de reproducción.

martes, 5 de septiembre de 2017

Federici: “Acabar con la violencia contra las mujeres es acabar con el capitalismo que la promueve”.


La activista animó a las miles de personas que se congregaron en El Matadero a hacer una huelga internacional de mujeres el próximo 8 de Marzo

Además de las formas de resistencia, la escritora subrayó la importancia de crear nuevos modos de socialización y cotidianidad

El feminismo ha vuelto a marcar agenda en Madrid, esta vez, por la visita a la capital de la activista feminista y escritora Silvia Federici, que habló ayer sobre la relación entre capitalismo y violencia contra las mujeres con las miles de personas que se congregaron en las instalaciones de El Matadero para escucharla. Fue imposible dar entrada a todas, por lo que la autora de “Calibán y la bruja” y de “Revolución en punto cero” tuvo que dirigirse a gran parte de la audiencia a través de un altavoz que se improvisó en la calle.

La activista quiso profundizar en las formas de lucha social para combatirla. Los modos de resistencia que están surgiendo en todas partes (grupos de autodefensa, mujeres que patrullan las calles, movimiento por recuperar los espacios públicos…) son imprescindibles, subrayó, pero hay que ir más allá. Aquí, Federici apuntó como tareas fundamentales del movimiento feminista dos: coordinar y conectar las luchas entre sí (las de sanidad, educación, por el desempleo, etc) y construir nuevas formas de socialización y reproducción que nos permita reconstruir un tejido social más solidario. “Donde estemos menos aisladas, donde podamos crear un territorio en el que poder controlar nuestra reproducción, ayudarnos y crear nuevas formas de vida. Creo que este es el reto que está ante de nosotras”, dijo.

"Las mujeres son esclavas de la maternidad". Entrevista en La Vanguardia a Nawal el Saadawi, doctora en Medicina, escritora y activista por los derechos de las mujeres.

¿Dios no cabe en un libro?
No, lo aprendí de mi abuela, que, siendo muy valiente, se enfrentó al alcalde del pueblo cuando este, mofándose de ella, le dijo: “Tú nunca conocerás a Dios porque no puedes leer el Corán”.

¿Una sabia analfabeta?
“¿Y quién te ha dicho a ti que Dios es el Corán? –le espetó–. Dios no cabe en un libro. Dios es justicia, libertad y amor”. Así descubrí que los textos sagrados son una cárcel para las mujeres.

A los 13 años le escribió una larga cartaa Dios.
Intentaron prometerme varias veces, la primera a los 10 años, pero yo me portaba fatal con los pretendientes. Mis padres me pegaban y amonestaban sin resultado, y finalmente me enviaron lejos, a un internado. Allí escribí esa carta.

¿Qué le decía a Dios?
Que no creería en él si no era justo. Y que no era justo que mi hermano, mucho peor que yo en los estudios, fuera el preferido. Mi profesor, un musulmán fanático, se puso furioso, así que escondí esa carta, pero mi madre la encontró y me dio la razón, eso me hizo escritora.

¿Qué ha entendido de esencial en estos86 años que lleva vividos?
Que la esencia de la vida es la vida misma, no tiene motivo ni razón. La vida es placer, amor, disfrute, libertad y creatividad. CONTINUAR LEYENDO
 

Cultura y poder: Entrevista a la escritora egipcia Ahdaf Soueif.

Da la sensación de que estamos entrando en un período de contradicciones; un período de profundos cambios y crisis, en el que se despiertan grandes esperanzas y se constatan realidades terribles. Hemos sido testigos de cómo la crisis económica ponía en tela de juicio los cimientos del neoliberalismo; sin embargo, el fundamentalismo del mercado sigue avanzando implacable. Hemos presenciado cómo florecían numerosos movimientos sociales, pero los líderes autoritarios están cobrando protagonismo en todo el mundo. ¿Cuál es su lectura de la coyuntura actual?

Es evidente que se está produciendo una lucha, a escala universal, entre un sistema que tiene al mundo atrapado entre sus garras y algo nuevo que está intentando nacer. En cierto sentido, se trata de la historia de la humanidad, aunque algunos de los elementos de la situación que vivimos son exclusivos del momento actual. El primero de ellos es la concienciación de lo interconectado que está el mundo, tanto en lo que se refiere a los problemas como a las soluciones. Obviamente, quienes tienen intereses en la cuestión siempre han sabido muy bien las oportunidades que ofrecen las distintas partes del mundo; el comercio, la conquista y la migración se basan, precisamente, en ello. Sin embargo, ahora existe una creciente concienciación general de que los problemas del mundo se deben solucionar a escala mundial. Los problemas ambientales son los ejemplos más manifiestos, pero hay muchos más: el aumento exponencial de la riqueza y la pobreza, la brecha obscena entre ricos y pobres o las migraciones y la circulación del capital, por citar algunos. Y todos están interrelacionados.

No podemos fingir que esta concienciación sea compartida por todo el mundo, pero sí por un número suficiente de grupos politizados de gente de todo el mundo ―en su gran mayoría jóvenes (¿podríamos quizá hablar del ‘Colectivo Mundial de Jóvenes’)?― como para que no pase desapercibida ante nuestra mirada. Pienso, por ejemplo, en los palestinos que envían mensajes de apoyo a los activistas afroamericanos en los Estados Unidos, o en el hecho de que el movimiento Occupy utilizara iconografía tomada de la plaza Tahrir.
 
 

lunes, 4 de septiembre de 2017

Harta de ser mujer en Marruecos.Zubaida Boughaba.

Estoy harta de estar siempre por debajo del hombre ante la Ley, harta de esta gran desigualdad.

Estoy harta de no poder salir solo a la calle para dar un paseo, sin que los hombres me molesten. Harta de que, cuando nos ven solas por la calle, se comporten como lobos ante un cordero, no como verdaderos hombres.

Estoy harta de que todos me juzguen por dentro mirando solo la ropa que me pongo o no me pongo, mientras que el hombre puede vestir como quiera y nadie le critica.

Estoy harta de no poder ir a tomar un café tranquilamente a una terraza, mirando el cielo, mirando la vida pasar.

Estoy harta de que los hombres nos tapen el cuerpo, la cara, las manos, pero ellos no se tapan nada nunca o sólo si les apetece.

Estoy harta de que se nos exija llegar vírgenes al matrimonio, pero a ellos no. De que en la noche de bodas se nos compruebe la virginidad, pero a ellos ni se les pregunte si son vírgenes.

Estoy harta de que la sociedad entera y las familias me repudien si soy madre soltera, mientras que ni siquiera se busque al padre para exigirle la misma responsabilidad que se me exige a mí. El hijo es de los dos, la responsabilidad de criarlo es de los dos y si hay repudio debe de ser de los dos.

Estoy harta de no poder tener un novio o un marido no musulmán y de que el hombre, sin embargo, sí pueda tener una mujer no musulmana.

Estoy harta de que no haya en Marruecos ni un solo partido político que promueva la igualdad legal hombre-mujer.

Estoy harta de que un hombre se crea que puede hacer conmigo y con mi cuerpo lo que quiera, como quiera y cuando quiera, sin tener en cuenta lo que yo quiera.

Estoy harta de tener que vivir en países no musulmanes para poder vivir una vida normal, digna y humana.

Estoy harta de que un hombre (sea mi hermano, mi marido, etc.) que tiene el mismo nivel de incultura que yo, mande siempre sobre mí.

Estoy harta de este conformismo de la mujer que por otro lado entiendo, pues el hombre nos ha cortado la lengua y matado la voluntad.

Estoy harta de que los hombres estén ciegos y sean tan desagradecidos: ¿acaso no ven que todos nacieron de mujer?; ¿es que no saben que viven gracias a que una mujer, en su vientre, los alimentó con su propio cuerpo, con su propia sangre, con el calcio de sus huesos?

Estoy harta de todas aquellas personas que impiden que la legislación equipare al hombre y a la mujer.

Y, a pesar de estar harta, estoy orgullosa de ser mujer.
Fuente: cooreodiplomatico..com

sábado, 2 de septiembre de 2017

Yemen: la peor crisis humanitaria de la actualidad

La crisis de Yemen ya está clasificada por la ONU como la mayor crisis humanitaria del mundo actual y otro caso flagrante de crisis olvidada. Yemen es un país colapsado después de más de dos años de conflicto, que sufre un bloqueo desde marzo de 2015, y cuya guerra es alimentada por tensiones internas y avivada por intereses de países externos, que buscan en ella satisfacer sus propios intereses, a costa de las vidas de millones de personas. Los datos son escalofriantes:
  • Más de 20 millones de yemeníes (un 80% de la población total) necesitan asistencia humanitaria, entre ellos 3 millones de personas que se han visto obligadas a desplazarse de sus hogares por culpa de la violencia del conflicto.
  • Niveles de pobreza sin precedentes, que lo han convertido en el país más pobre de Oriente Medio.
  • 14 millones de personas pasan hambre (la mitad del país) y 7 millones necesitan asistencia alimentaria urgente. Además, más de 2’2 millones de niños y niñas están malnutridos, incluyendo medio millón que se encuentra en estado de desnutrición grave y en riesgo de muerte si no reciben tratamiento urgente.
  • 14 millones de personas con acceso limitado a agua limpia, de entre los cuales 8 millones sufren extrema necesidad de ella.
  • Niveles de violencia desproporcionados contra la población civil con ataques indiscriminados a estructuras civiles como escuelas, mercados y hospitales. CONTINUAR LEYENDO
 

viernes, 1 de septiembre de 2017

Las 10 mejores frases de Mafalda sobre el dinero.

Nuestro querido Quino pone, una vez más, en jaque al sistema y aborda temas como la importancia real del dinero, la esclavitud del trabajo y la miseria de los trabajadores o las artimañas de los empresarios.




 

¿Deriva autoritaria en Europa? Polonia, Hungría y el “dilema de Copenhague”.

En este artículo, Anna Gumbau presenta de forma clara las distintas medidas adoptadas por Polonia y Hungría, dirigidas a desmantelar sus estados de derecho. Ante ello, ¿cuál es la respuesta de la Unión Europea?
 
Entre 2004 y 2013, nada menos que 13 países ingresaron en la Unión Europea (UE), la mayoría de ellos procedentes de Europa Central y del Este, alentados por las promesas de progreso económico, libertad de movimiento y, no menos importante, estabilidad democrática. Para poder entrar al ‘club’, cualquier país candidato debe cumplir los llamados “criterios de Copenhague”, y demostrar a sus socios europeos que se adhiere a los principios del Estado de derecho, democracia y derechos fundamentales que promueve la UE; un proceso que puede durar más de una década.
Sin embargo, ¿qué hay de estos estándares una vez que estos países candidatos logran, al fin, acceder a la UE? Ése es el llamado “dilema de Copenhague”: a los países candidatos se les exige el cumplimiento indispensable de unos requisitos y estándares democráticos pero, una vez están dentro, no hay ningún mecanismo que supervise que estos criterios sigan cumpliéndose, ni castigue en el caso de que no lo hagan.
Polonia y Hungría son dos países miembros de la UE que, en los últimos años, han evidenciado que se trata de algo más que un dilema en términos teóricos. Antaño lideraron los procesos de transición democrática en Europa Central y la carrera hacia la Unión Europea. Incluso Polonia era vista por muchos como el “alumno modelo” en la rápida expansión que vio la UE en esa década. Ahora, Polonia tiene dos meses para contrarrestar reformas si no quiere que la Comisión Europea abra un procedimiento de infracción inédito en los 60 años de historia del bloque comunitario, mientras que Hungría está jugando con fuego con numerosas leyes que han deteriorado gravemente las libertades civiles en el país. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? CONTINUAR LEYENDO

Una hoja de ruta europea para las competencias profesionales básicas.

Alex Stevenson, director de las áreas de inglés, matemáticas e inglés para extranjeros del National Learning and Work Institute («Instituto Nacional de Aprendizaje y Trabajo») de Inglaterra y Gales nos explicó de qué modo el hecho de carecer de las competencias básicas impide el aprendizaje en el lugar de trabajo.
 

La formación profesional como instrumento para propiciar el aprendizaje de adultos

Se calcula que las aptitudes para el lenguaje escrito de uno de cada cinco adultos europeos —alrededor de 55 millones de ciudadanos con edades comprendidas entre los 15 y los 65 años— son escasas. Esto no sólo dificulta que puedan encontrar o conservar un trabajo; también incrementa el riesgo de que padezcan pobreza y exclusión social, además de limitar sus posibilidades en lo que respecta a la participación cultural y política, el aprendizaje permanente y el desarrollo personal. No se trata simplemente de una cuestión de competencia lectora. Hoy en día, una gran variedad de actividades personales, laborales y sociales implican el uso de tecnologías, lo que sitúa las competencias digitales y lectoras en el epicentro de la vida cotidiana, desde la búsqueda de empleo hasta mantener el contacto con las amistades. Los índices de participación en las iniciativas de aprendizaje que contribuyen a que los adultos desarrollen estas aptitudes varían considerablemente entre los diferentes países de la UE, pero por lo general son bajos, lo que plantea una gran carencia que subsanar. En Inglaterra, por ejemplo, la participación en programas destinados a enseñar a leer, escribir y aritmética a adultos ha decrecido alrededor de un 25 % en los últimos cinco años. CONTINUAR LEYENDO